Hoy he tenido un tomate.
Mira que he tenido cosas, pero un tomate nunca.
He tenido siempre prisa y un día, de pequeño, tuve la rubéola.
He tenido ilusión a raudales y un buen amigo con quien compartirla. Y una amiga eterna a la que ya he tenido mucho tiempo para echarla mucho de menos.
He tenido dos hijos maravillosos y siempre he tenido ganas de pasar más tiempo con ellos. Mucho más.
He tenido frío, mucho, y no te he tenido a ti el tiempo suficiente para saber de sobra qué te quiero tener todo el tiempo.
He tenido todo en una mano y nada en la otra.
Y he cerrado con fuerza las dos y he seguido corriendo.
Hoy he tenido un tomate. Mañana volveré a tener un sueño.