Carreras con corredores que no corren

Desde un alto alcancé a ver una carrera de corredores que no corrían.
Solo un viejo camino por recorrer, sin dorsal, ni meta a la que llegar.
Olvidada la salida, olvidados los otros. Olvidado todo menos esa sombra que camina a su lado.
– No te quedes, no me dejes. No, ahora no.
No miréis atrás, no os queda nadie. No miréis adelante, no queda nada.
Solos en un viejo camino, vislumbrando el final, los corredores no dejan de caminar.